Y era un día cualquiera
cuando yo te conocí,
bailabas al son de samba
y yo me fijaba en ti,
movías todo tu cuerpo
y me enamoré de ti.
Hablaba con mis amigos,
pero te miraba a ti,
tú hiciste también lo mismo,
también te fijaste en mí,
te dije que si bailabas
y me dijiste que sí.
Nos fuimos hacia la pista,
yo te cogí de la mano
entonces cuando bailamos
este ritmo tan gitano
tú tenías tanta marcha
que yo te cantaba así:
Baila, mi niña,
báilame un poco,
baila, morena,
me estás volviendo loco,
baila, mi niña, báilame,
que me estás volviendo loco.
Baila, mi niña...
No podía imaginarme
lo que a mí me iba a pasar
que en esa misma tarde,
yo me iba a enamorar
de esa morena guapa
que me está haciendo soñar.
Ni luces del firmamento
la podrían igualar,
siendo una estrella del cielo
que a mí me gusta mirar,
su cuerpo es un remolino
y su boca un huracán.
Nos fuimos hacia la pista..
Baila, mi niña